El cuento sobre el dragón en Rusia ya no es una fantasía, puedes ir a visitar a esta imponente criatura gigante de 3 cabezas, pero te advertimos, el camino no será fácil. Debes pasar por muchos pueblos abandonados, bosques, barrancos, colinas y montañas para llegar a tu destino, pero te aseguramos que valdrá totalmente la pena.
Si vas a Rusia y le preguntas a alguien a dónde se dirige, seguramente te responderán lo siguiente: “a Kudikina Gora”, lo que en español significa “montaña de donde sea… a robar tomates». Aunque suene gracioso o confuso, esta frase es utilizada por los rusos cuando quieren evitar que los demás se enteren a dónde van o cuales son sus planes.
A pesar de que esto se ha considerado un mito o un lugar que no existe, de hecho, sí existe, y lo mejor de todo es que no está tan lejos de la capital rusa. Para encontrar este lugar, debes dirigirte a 418 kilómetros al sur de Moscú, hacia la región de Lipetsk. El punto de referencia más cercano a Kudikina Gora es la ciudad de Zadonsk, a 10 millas de distancia. Posiblemente necesites un GPS, aunque la señal por esta zona sea bastante interrumpida. De igual manera, siempre puedes pedirle ayuda a los amables locales en el camino.
Zmei Gorinich: El dragón en Rusia
Son muchas las sorpresas con las que te toparas al llegar, pero sin duda, la más increíble es Zmei Gorinich o “dragón de la montaña” por su traducción al español. Esta es la atracción principal del parque de atracciones Kudikina Gora, creado por empresarios locales sobre 500 hectáreas de campos vacíos.
No te imagines un Disneyland o un Universal Resort, porque está muy lejos de eso. A pesar de que no cuenta con montañas rusas, casa de sustos, ferry y demás, este lugar te asegura una experiencia única y mágica en todos los sentidos, empezando por el gran dragón en la cima de la colina.
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Según los cuentos rusos, este dragón se encarga de vigilar el puente Kalinov, el cual es un símbolo de la frontera entre la vida y la muerte. Además, esta criatura también puede hablar con las personas, vuela, arroja fuego, humo y chispas. Sin duda, es aterrador.
Todos los años este lugar es visitado por miles de personas, tantos rusos como turistas, que van a disfrutar de un día agradable y desconectado del mundo. Puedes hacer picnics en las colinas, tomar fotografías, aprovechar el poder curativo de los manantiales, ver a animales en un ambiente tipo safari y mucho más.
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